Reflexiones inter-liga

¿De qué sirven las selecciones nacionales?

En mi opinión tienen pocas funciones positivas. Una de las más claras es para que los países sin una liga propia potente de fútbol tengan la oportunidad de disfrutar con los grandes jugadores. De qué si no, iban a disfrutar en directo de Ronaldinho, por poner un ejemplo, los habitantes del País de Gales, como harán esta tarde. El Barça, o el Madrid, o el Milan, no van a disputar un partido allí en años. La suerte que tienen es que disputarán amistosos con grandes selecciones y les permitirá ver a los jugadores más conocidos.

Otra de sus funciones positivas es que países con ligas pequeñas puedan disfrutar de sus propios cracks. Si no, a Eto'o o a Lauren, no les verían jugar en su país. Ya que todos los cracks de estos equipos se marchan a ligas poderosas. Y la única opción que tienen sus compatriotas de disfrutar de su juego en directo, es cuando juega la selección nacional.
Y además si tu selección gana algún campeonato de su federación, y no digamos un Mundial, pues todo el país se revoluciona, cosa que no sucede cuando un equipo de este país gana su liga.

Los aspectos negativos de las selecciones los conocemos todos. Lesiones de jugadores que después no pueden jugar con el equipo que les paga, cansancio acumulado, y la modificación del calendario de forma esperpéntica. De esto último, como no, la federación española es el máximo exponente.

¿Por que no engancha la selección española de fútbol?

A mi, y lo siento por quien si que le enganche; la selección española de fútbol no me dice. Reconozco que me he alegrado de la victoria en el Mundial de Basket, que sigo los partidos de balonmano; e incluso los partidos de fútbol de las selecciones sub. Pero hay algo en el primer equipo de la selección española que me tira atrás. Después de darle vueltas, he deducido que es su entorno. Es imposible ver un partido de fútbol de la selección sin tener que aguantar a una serie de personajes mediáticos que recuperan el espíritu patrio más rancio. Y no digamos cuando llega una Eurocopa o un Mundial.
Parece que durante esa época se implante una sensación de resentimiento contra todo aquel que no se sienta español. Que quien no comparta el ir ataviado con la roja y llevar la montera y el botijo, no merezca ser español. Y eso, a los que ya dudamos de esta última condición, nos acaba de echar atrás. Ruedas de prensa como la que se le hizo a Puyol, preguntándose por su españolidad, no son de recibo. Y más cuando quien organiza esto es una federación extragubernamental. El único requisito para jugar en la selección, es que aparezca el escudo español en tu DNI, y para eso, no hace falta sentirte español ni llevar el toro tatuado.
Está claro que en este país existen nacionalidades distintas y con distintos sentimientos. Y es imposible que la selección española tenga la misma aceptación en Salamanca, en Barcelona o en Bilbao. Pero está claro que el rechazo que se produce desde los medios a aquellos que no la sienten, hace más en contra, que a favor de la selección.

Y todo esto dejando de lado el tema futbolístico. Pero creo que esto, en el tema de las selecciones, está de menos.

PD. Lo que cada día está más claro, es que no se escribir.